Jet Set Willy para computadoras Atari 8-bits | Reseña

Lanzado en 1984, el icónico juego de plataformas es recordado por su elevada dificultad y las diversas versiones que han mantenido viva su esencia.

No cabe duda que «Jet Set Willy», el icónico juego de plataformas creado por Matthew Smith originalmente para ZX Spectrum en 1984, ha dejado una marca indeleble en la historia de los videojuegos por su jugabilidad desafiante, sus gráficos simples pero ingeniosos, y su atmósfera única. Sin embargo, las adaptaciones para otras plataformas -como la versión para Atari 8-bits, publicada por Tynesoft en 1986- han tenido resultados mixtos, que hasta ahora dan pie a debates entre los fanáticos.

Secuela del exitoso «Manic Miner», este título coloca a los jugadores en la piel de Willy, convertido en un millonario atrapado en una situación peculiar: después de organizar una fiesta desenfrenada en su mansión, su estricta esposa María le prohíbe descansar hasta que haya limpiado todo el desorden. Así, comienza una odisea en la que Willy debe recorrer más de 60 habitaciones llenas de trampas y enemigos psicodélicos, recolectando objetos para cumplir con las demandas de su cónyuge.


La versión primigenia de «Jet Set Willy» para Atari XL/XE es recordada tanto por sus méritos como por sus defectos. Visualmente, esta adaptación intenta mantenerse fiel al diseño original, pero enfrenta las limitaciones técnicas propias del hardware. Aunque los gráficos en Atari 8-bits utilizan una paleta de colores vibrante y presentan un diseño de niveles complejo, no necesariamente superan a los del ZX Spectrum. Los sprites son simples, y aunque las animaciones son fluidas, el detalle en los fondos y elementos interactivos es modesto en comparación con otros sistemas. Aun así, los escenarios logran transmitir el carácter surrealista y caótico que define al juego, ofreciendo una experiencia visual que, aunque no sobresaliente, es suficiente para mantener el interés del jugador.

De igual manera, la jugabilidad en Atari 8-bits es infamemente difícil; un aspecto que tanto atrae como frustra a los jugadores. La versión de Tynesoft tiene un error crítico: al perder una vida, Willy reaparece en el mismo lugar donde murió; atrapando al jugador en un bucle hasta que se agoten todas las vidas. Este problema, combinado con controles que requieren una precisión milimétrica, así como una velocidad de movimiento de Willy más lenta que en la versión de Spectrum, hace que el juego sea extremadamente complicado de disfrutar.

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El icónico juego de plataformas de 1984 destaca por su gran dificultad.


De hecho, muchos jugadores en foros como AtariAge han señalado que el título es trágicamente “injugable" debido a estos inconvenientes. Este nivel de dificultad, aunque frustrante, forma parte del atractivo del juego para quienes buscan un verdadero desafío en las plataformas. Sin embargo, para los jugadores menos experimentados, esta característica puede ser un obstáculo insuperable.

A pesar de los problemas mencionados, un aspecto memorable de «Jet Set Willy» en Atari 8-bits es su banda sonora, compuesta exclusivamente para esta versión por el legendario Rob Hubbard. A diferencia de otras versiones, como la del Commodore 64, que utilizó melodías clásicas -como la “Sonata Claro de Luna” de Ludwig van Beethoven- la versión de Atari hace gala de una partitura original sumamente pegajosa, que aprovecha al máximo las capacidades del chip de sonido POKEY.


Aunque algunos críticos señalan que el tono alegre de la música no encaja perfectamente con la bizarra atmósfera de «Jet Set Willy», es innegable que la banda sonora eleva la experiencia de juego, compensando en parte las deficiencias en otros aspectos; al punto de ser reconocida como una de las melodías más memorables de la era de los 8-bits.

En 2007, el programador polaco Krzysztof "XXL" Dudek decidió crear una versión corregida de «Jet Set Willy» para Atari, basada en la original de ZX Spectrum. Titulada «Jet Set Willy 2007», corrigió muchos de los errores presentes en la adaptación de Tynesoft, aunque aún no logró capturar completamente la magia del juego. Las animaciones son más suaves, los objetos en pantalla son más reconocibles y se añadieron habitaciones que no estaban en la versión anterior.


Doce años más tarde, Terrence "Tezz" Derby (Estados Unidos) lanzó «Jet Set Willy 2019» en celebración del 35 aniversario del juego original. Esta versión, desarrollada desde cero con la colaboración de Avery "Phaeron" Lee y Lyren "Xuel" Brown, es considerada la definitiva para Atari 8-bits. Con gráficos en alta resolución, actualizaciones de sprites, pantallas que corren a 50/60Hz, y correcciones de todos los bugs conocidos, esta versión logra capturar la magia del título de ZX Spectrum mientras aprovecha al máximo el hardware de Atari XL/XE. Además, los efectos sonoros fueron recreados para ser fieles a la versión original, completando una adaptación que ha sido aclamada tanto por críticos como por jugadores.


Pese a tener cuatro décadas a cuestas, la obra de Matthew Smith sigue siendo un reto para los entusiastas de los videojuegos clásicos; pues se requiere de mucha práctica, una excelente memoria y un dominio absoluto de los controles para poder completarlo con éxito. En definitiva, la evolución de «Jet Set Willy» en Atari 8-bits es un testimonio del ingenio y la dedicación de los desarrolladores y fanáticos que han trabajado para mantener viva la esencia de este clásico. Desde la problemática versión de Tynesoft en 1986 hasta la versión refinada de 2019, el juego ha pasado por múltiples iteraciones que reflejan tanto los desafíos técnicos de la época como la pasión por preservar la magia de un título con una banda sonora inolvidable.