Indudablemente un clásico en las carreras de Fórmula 1, «Pole Position» marcó verdaderamente un antes y un después en los juegos arcade, gracias a su enfoque gráfico innovador y notable jugabilidad.
Desarrollado por Namco en 1982 y distribuido por Atari en Estados Unidos un año después, «Pole Position» fue pionero en introducir una perspectiva de tercera persona pseudo-3D desde atrás del volante. Esta característica ofrecía una experiencia de conducción más realista en comparación con las vistas aéreas de sus contemporáneos; un enfoque que ha perdurado y evolucionado en los juegos de conducción hasta el día de hoy.
Del mismo modo, este juego fue innovador al incorporar una vuelta de clasificación contra el reloj previa a la carrera de campeonato, un mecanismo que añadía una capa de profundidad y desafío para los jugadores.
Además, fue el primero en presentar un circuito basado en una ubicación real, el Fuji Speedway, permitiendo a los jugadores observar la icónica montaña japonesa en la distancia. También se le reconoce por incorporar publicidad dentro del juego, con letreros de marcas conocidas en los costados de la pista.
La popularidad e impacto cultural de este título se extienden más allá de su lanzamiento original en el arcade, estableciéndose como un clásico atemporal en la historia de los videojuegos.
Además, destacó por su éxito comercial en Japón y en todo el mundo durante principios de los años 80, lo que llevó a la creación de una secuela y una serie animada.
La adaptación para computadoras Atari 8-bits tiene como objetivo replicar la experiencia de las recreativas dentro de las capacidades técnicas de las máquinas domésticas de esa época; un desafío nada pequeño considerando la ambición gráfica y técnica del original, en contraste con las limitaciones inherentes del hardware casero.
Esta versión de «Pole Position» permite a los jugadores elegir entre tres circuitos de carreras (Malibu Grand Prix, Namco Speedway y Atari Grand Prix), incluido un modo de práctica, y opciones para ajustar la duración de cada carrera, desde una hasta ocho vueltas.
Los gráficos de la versión de Atari 8-bits son mucho más simples y quizás un poco borrosos, pero la suavidad del movimiento lo compensa. Si bien los letreros del arcade son visibles, no proporcionan información alguna. Mientras tanto, la sensación de velocidad es bastante buena, aunque un poco irregular. A veces, especialmente al girar las curvas, los gráficos son nítidos, pero el vehículo parece haber sido diseñado para la consola Atari 2600.
Con respecto al sistema de control adaptado del volante del arcade al joystick de Atari, se siente un poco peculiar: hay que tirar de la palanca para cambiar a velocidades más altas, y presionar el botón de fuego para frenar.
En términos prácticos, los tres circuitos disponibles se sienten iguales. En el apartado de sonido, los efectos son notables, aunque el ruido del motor puede ser un poco duro para los oídos. Sin embargo, al igual que el Monte Fuji, se echan de menos las voces digitalizadas presentes en el original.
En el ámbito de modificaciones y hacks, Konstantinos "Tix" Giamalidis (Grecia) se destaca en el foro de AtariAge, dedicando esfuerzos para ajustar la apariencia del coche protagonista para que se parezca al diseño de Fórmula 1 del arcade; incluso animando la explosión del vehículo al chocar, buscando una mayor "realidad" en estos efectos.
Aunque los gráficos no pueden compararse con los del arcade, esta conversión fue recibida con entusiasmo por los fanáticos, ya que logra capturar la esencia de «Pole Position» y llevar algunas de las características de las recreativas a los hogares. La versión de 8 bits ofrece una experiencia de juego divertida y desafiante, manteniendo el espíritu del original dentro de las limitaciones técnicas de las computadoras Atari domésticas de aquella época.