The Art Of Atari: From Pixels To Paintbrush ("El arte de Atari: de los píxeles al pincel") es el título de un libro de gran formato que celebrará lo que algunos consideran como la edad de oro del diseño de empaques de los videojuegos.
El entusiasta Tim Lapetino está tratando de recopilar los 136 diseños artísticos que Atari encargó para las cajas de sus juegos durante la década de 1970 y principios de 1980. Para lograr su objetivo, ha sumado esfuerzos con artistas como Steve Hendricks y Cliff Spohn a fin de reunir las obras.
Una de las razones que el arte sigue siendo llamativo hoy en día, es que Atari gastó un montón de dinero en embalajes. Los juegos en sí fueron considerados maravillas en el momento, pero visualmente eran ultra-simples.
"Sentí que se trataba de un producto de consumo que necesitaba del mismo cuidado y atención que un disco musical", declaró Nolan Bushnell, fundador de la mítica compañía."Al mismo tiempo, quería tener algo que fuera hermoso e instructivo, y quería que las cubiertas (de los juegos) tuvieran consistencia, de modo que cuando alguien les echara un vistazo supiera que venían de Atari".
Bushnell recuerda que invirtieron mucho dinero en su Departamento de Arte, encabezado por el diseñador George Opperman, porque sentía que los juegos necesitaban competir con otras formas de entretenimiento, como las películas. "Fuimos los últimos en llegar, así que teníamos que ser mejores que lo que ya estaba allí. Era sólo una sensación, en cierto modo, de inferioridad. Siempre nos sentimos como los chicos pequeños en comparación con las películas y los discos musicales de la época. Sentimos que, con el fin de establecernos como una industria seria, teníamos que hacerlo mejor".
Lapetino -quien en la actualidad dirige una exitosa agencia de diseño gráfico- fue uno de los niños que apreciaron los esfuerzos de Atari para ilustrar fantásticamente los títulos de la consola 2600. "Recuerdo haber tenido cinco o seis años, cuando por primera vez pudimos conseguir juegos de Atari en casa. Quería guardar todas las cajas (...) Mi padre pensó que era ridículo. ¿Por qué guardar las cajas en la que venían (los cartuchos)? Pero me encantó el aspecto de ellos (...) Cuando miré a esos gráficos super simplistas y los píxeles gruesos, vi más de lo que aparecía en las cajas", añadió Lapetino.
Para el libro, que espera publicar a fines de año, Lapetino tiene la esperanza de recoger la mayor cantidad de la material posible, incluyendo piezas inéditas. "Una gran cantidad de obras originales nunca regresó a los artistas o fue desechada cuando Atari se mudaba o cuando la compañía fue vendida", dijo. "Ha sido una historia de detectives, tratando de localizarlo todo".
Con información de Polygon